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El 24 de mayo de 2022, un hombre armado disparó y mató al menos a 21 víctimas —entre ellas 19 estudiantes de segundo a cuarto grado y dos maestros— e hirió al menos a otras 17 en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, una comunidad predominantemente Latinx.1“Uvalde School Shooting” (Tiroteo en una escuela de Uvalde), Texas Tribune, consultado el 11 de agosto de 2022, https://www.texastribune.org/series/uvalde-texas-school-shooting/.

La escuela es el último lugar donde los niños deberían tener que preocuparse por la violencia con armas de fuego. Nuestros niños merecen algo mejor. Nuestro país se merece algo mejor.

Durante los últimos 20 años, estudiantes, educadores y padres han vivido con la realidad de tiroteos escolares cada vez más frecuentes. El peor período de violencia de este tipo ha sido en el año lectivo 2021-2022, que casi ha cuadruplicado el número promedio de incidentes de disparos desde 2013. Desde una media de 49 incidentes en cada año escolar desde 2013, este último año escolar hubo 193 incidentes de tiroteos en el terreno de preescolares y K- 12.2Everytown for Gun Safety recopila información de forma continua sobre todos los incidentes en los que se ha disparado un arma de fuego en el campus o en el terreno de una escuela, utilizando informes de noticias de fuentes de medios de comunicación acreditados y verificando estos incidentes con una empresa de investigación independiente. El año lectivo se define como del 1 de agosto al 31 de mayo  Mientras tanto, la epidemia de violencia con armas de fuego de Estados Unidos, en forma de tiroteos masivos, homicidios y suicidios con armas de fuego y disparos no intencionados, ha estado infectando las escuelas de Estados Unidos. El hecho de no abordar las causas fundamentales de la violencia con armas de fuego en las escuelas desde todos los ángulos tiene consecuencias duraderas para millones de niños estadounidenses.

Everytown for Gun Safety recopila información de forma continua sobre todos los incidentes en los que se ha disparado un arma de fuego en el campus o en el terreno de una escuela, utilizando informes de noticias de fuentes de medios de comunicación acreditados y verificando estos incidentes con una empresa de investigación independiente. El año lectivo se define como del 1 de agosto al 31 de mayo

Necesitamos acciones significativas para mantener nuestras escuelas y las comunidades circundantes seguras —acciones que aborden lo que sabemos sobre la violencia con armas de fuego en las escuelas de Estados Unidos— para, en primer lugar, evitar que ocurra. Es hora de que nuestros líderes adopten un enfoque multifacético que proporcione a las comunidades escolares las herramientas que necesitan para prevenir la violencia armada en las escuelas. Esto incluye el uso de los miles de millones de dólares disponibles en la recientemente aprobada Ley Bipartidista de Comunidades más Seguras para invertir en soluciones probadas para mantener las escuelas a salvo de la violencia. Este informe se centra en los enfoques que han demostrado ser más eficaces, como mantener las armas fuera de las manos de las personas que no deberían tenerlas en primer lugar, fomentando entornos escolares seguros y de confianza, programas de intervención en crisis, mejoras en el acceso y el bloqueo, y la planificación de emergencia informada por el trauma. Sin duda, las escuelas tienen que tomar las medidas necesarias para que sean lugares seguros para ambos educadores y estudiantes.

No podemos dejar que ideas arriesgadas, como la de armar a los docentes, dominen el debate. Un docente armado no puede transformarse en un agente de la ley especialmente entrenado en un momento de extrema coacción y confusión. En realidad, un docente armado y sin formación supone un riesgos para la seguridad de los alumnos a diario. Las escuelas pueden elegir tener personal de seguridad para intervenir en situaciones violentas y peligrosas, pero ese personal deben de tener un papel limitado y deben ser cuidadosamente seleccionado y entrenado con el fin de limitar el daño indebido a los estudiantes. En particular deben ser entrenados para limitar el daño a los estudiantes de color que han sufrido desproporcionadamente el exceso de vigilancia policial.

En asociación con la Federación Estadounidense de Maestros (American Federation of Teachers, AFT) y la Asociación Nacional de Educación (National Education Association, NEA), dos de las organizaciones afiliadas más grandes relacionadas con la educación que representan colectivamente a millones de maestros, personal escolar y administradores, Everytown for Gun Safety Support Fund (Everytown) está trabajando para garantizar que nuestro enfoque para lograr escuelas más seguras se base en la evidencia, la experiencia y el cuidado.

Las principales recomendaciones de este informe son las siguientes:

  1. Promulgar y hacer cumplir las leyes de almacenamiento seguro de armas de fuego
  2. Aprobar leyes de riesgo extremo
  3. Aumentar la edad para comprar armas de fuego semiautomáticas
  4. Exigir la comprobación de antecedentes en todas las ventas de armas
  5. Fomentar un clima escolar seguro y de confianza
  6. Construir una cultura de almacenamiento seguro de armas 
  7. Crear programas de evaluación/prevención de crisis basados en la evidencia en las escuelas
  8. Implementar mejoras de seguridad escolar avaladas por expertos: Control de entrada y cerraduras
  9. Iniciar una planificación de emergencias basada en el trauma
  10. Evitar las prácticas que puedan causar daño y traumatizar a los estudiantes

Introducción

En este informe, los mayores sindicatos de educación del país y su mayor organización de seguridad de armas se unen para presentar un plan que combina estrategias de intervención basadas en la escuela con políticas de seguridad de armas cuidadosamente adaptadas.

Utilizando datos para presentar el panorama completo de cómo es la violencia con armas de fuego en los recintos escolares y basándose en las investigaciones de los expertos en seguridad escolar, Everytown, la AFT y la NEA han elaborado un plan integral centrado en las intervenciones para prevenir los incidentes de tiroteos masivos y ayudar a poner fin a la violencia con armas de fuego en las escuelas estadounidenses.

El objetivo de este informe es triple:

1. Describir un panorama detallado de cómo es la violencia con armas de fuego en las escuelas de Estados Unidos

Everytown, la AFT y la NEA quieren proporcionar a los responsables políticos y al público una comprensión de cómo la violencia armada afecta a las escuelas de Estados Unidos. Analizamos la información que Everytown ha recopilado sobre la violencia con armas de fuego en las escuelas, además de las investigaciones de otras organizaciones respetadas. A través de estos datos y análisis, hemos aprendido lo siguiente: Quienes cometen actos de violencia con armas de fuego en los recintos escolares, especialmente los tiradores activos, suelen estar relacionados con la escuela. Las armas utilizadas en la violencia escolar suelen proceder del hogar del tirador o de los hogares de sus familiares o amigos. Los tiradores casi siempre muestran signos de advertencia de violencia potencial que preocupan a las personas de su entorno. La violencia armada en las escuelas de Estados Unidos tiene un impacto desproporcionado en los estudiantes de color.

2. Establecer un plan para prevenir la violencia con armas de fuego en las escuelas

El informe proporciona un plan proactivo para prevenir los incidentes de tiradores activos y, más ampliamente, abordar la violencia con armas de fuego en todas sus formas en las escuelas de Estados Unidos. Utilizando lo que sabemos sobre la violencia con armas de fuego en las escuelas, nuestras organizaciones han elaborado un plan que se centra en intervenir antes de que se produzca la violencia. Estas soluciones van de la mano para fomentar escuelas seguras y enriquecedoras, para hacer frente a la violencia en sus etapas más tempranas, y para bloquear el fácil acceso a las armas de fuego por parte de aquellos que quieren hacer daño.

La primera parte de este plan se centra en evitar que los tiradores tengan en sus manos armas de fuego mediante la promulgación de leyes sensatas, incluidas las leyes y prácticas de almacenamiento seguro de armas de fuego, para hacer frente a la principal fuente de armas utilizadas en la violencia armada en las escuelas (el hogar); leyes de riesgo extremo, para que las fuerzas del orden y los miembros de la familia puedan actuar ante las señales de advertencia de la violencia y evitar temporalmente el acceso a las armas de fuego; elevar la edad para comprar armas de fuego semiautomáticas a 21 años; y exigir la comprobación de los antecedentes en todas las ventas de armas para que los menores y las personas con antecedentes peligrosos no puedan eludir las leyes de armas.

La segunda parte del plan se centra en las medidas recomendadas por los expertos que pueden adoptar las escuelas. Estas soluciones facultan a los educadores y a las fuerzas del orden a intervenir para hacer frente a los signos de advertencia de la violencia, para proporcionar el apoyo que necesitan los estudiantes en crisis y para mantener a los tiradores fuera de las escuelas. Estas medidas deben tomarse teniendo en cuenta las posibles disparidades raciales y asegurando que los estudiantes de color o con discapacidades no se vean afectados negativamente. Incluyen el fomento de entornos escolares seguros y de confianza que puedan prevenir incidentes violentos, la creación de programas de intervención en crisis basados en la evidencia en las escuelas para identificar y apoyar a los estudiantes que puedan estar en crisis, la implementación de mejoras de seguridad basadas en la evidencia para evitar el acceso de los tiradores a las escuelas y a las aulas, y la puesta en marcha de protocolos de planificación de emergencia informados por el trauma para que el personal pueda asegurar las escuelas y las fuerzas del orden puedan responder rápidamente. 

3. Educar a los responsables de la toma de decisiones sobre las prácticas que pueden causar daño y traumatizar a los estudiantes

En tercer lugar, este informe proporciona una visión general de varias prácticas que la investigación muestra que son ineficaces en la prevención de la violencia con armas de fuego en las escuelas o en la protección de la comunidad escolar cuando los tiroteos ocurren, mientras que introducen nuevos riesgos y causan daño a los estudiantes y las comunidades escolares. Compartimos el deseo de responder a una tragedia impensable con soluciones sólidas. Pero como se detalla en este informe, armar a los docentes es un enfoque ineficaz y arriesgado que no detiene la violencia armada en nuestras escuelas. Una gran cantidad de investigaciones demuestran que permitir que los docentes lleven armas en las escuelas aumenta los riesgos cotidianos para los alumnos. Una segunda práctica, los frecuentes simulacros de tiroteo en las escuelas en los que participan los estudiantes, en particular los que simulan un tiroteo real, están teniendo un impacto medible en los niveles de estrés y ansiedad de los estudiantes, padres y educadores por igual. Por último, no se ha demostrado que el modelo tradicional de actuación de las fuerzas del orden en las escuelas reduzca los tiroteos en las escuelas o los incidentes con armas de fuego, sino que la presencia de las fuerzas del orden ha desempeñado un papel importante en la criminalización de los estudiantes, en particular de los estudiantes de color, y puede tener un impacto negativo en los resultados del aprendizaje de todos los estudiantes. Everytown, la AFT y la NEA instan a nuestros líderes a adoptar, en cambio, soluciones que han sido probadas para abordar lo que sabemos sobre la violencia con armas de fuego en las escuelas.

Una Imagen Detallada de la Violencia con Armas de Fuego en las Escuelas de Estados Unidos

La base de datos de Everytown sobre Tiroteos en las Escuelas detalla las innumerables formas en que se manifiesta la violencia con armas de fuego en las escuelas de Estados Unidos. Tras el tiroteo masivo en la escuela primaria Sandy Hook en 2012, Everytown comenzó a hacer un seguimiento de todos los casos de disparos en los recintos escolares con el fin de crear una base de datos nacional detallada que incluyera todos los escenarios en los que un arma de fuego descargara una bala viva dentro o en el interior de un edificio escolar, o en un recinto o terreno escolar. La base de datos incluye centros preescolares, escuelas primarias, secundarias y colegios y universidades.3Everytown recopila información detallada de forma continua sobre todos los incidentes en los que se ha disparado un arma de fuego en un campus o recinto escolar, incluidos los datos demográficos de los tiradores y las víctimas, la intención del tirador o los tiradores, la ubicación, la población escolar y la demografía racial y, si está disponible, la fuente original del arma de fuego. Para recopilar este material, Everytown se basa en informes de noticias de fuentes de medios de comunicación acreditados. En caso necesario, se realizan consultas a las autoridades policiales y escolares. Todos los incidentes utilizados en este informe fueron confirmados por una empresa de investigación independiente. Además, cuando fue necesario, Everytown utilizó bases de datos y estudios disponibles públicamente de la Naval Postgraduate School y del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York para complementar los análisis y conclusiones originales. Preescolares incluye guarderias.

¿Qué sucedió en 2021?

A medida que los estudiantes fueron regresando al aprendizaje presencial en el otoño de 2021, las escuelas sufrieron un fuerte aumento en la cantidad de incidentes de tiroteos en los recintos escolares. El año lectivo 2021-2022 tuvo el mayor número de incidentes en escuelas preescolares y K-12 desde que Everytown comenzó a rastrear la violencia escolar con armas de fuego en 2013.

Entre el 1 de agosto de 2021 y el 31 de mayo de 2022, se produjeron 192 incidentes con disparos en centros preescolares y escuelas K-12, casi cuatro veces más que la media durante estos meses en todos los demás años. Estos incidentes dejaron 59 personas muertas y 137 personas heridas debido a los disparos. Al menos seis de cada 10 víctimas mortales (59 por ciento) y cuatro de cada 10 víctimas heridas (42 por ciento) eran alumnos en ese momento o exalumnos de la escuela donde se produjo el tiroteo.

 

Disparos en escuelas de preescolars y K-12 por año escolar

Fuente: Everytown for Gun Safety Support Fund, Gunfire on School Grounds (Disparos en recintos escolares), 2013–2022.

Desde 2013 hasta 2021, Everytown identificó un total de 848 incidentes de tiroteos en instalaciones escolares. De estos incidentes, 573 ocurrieron en recintos de un centro de preescolares, escuelas primarias, medias y secundarias,4La base de datos de Everytown sobre Tiroteos en terrenos escolares incluye 275 incidentes en los campus de colegios y universidad esdurante este período. Estos incidentes se excluyeron de los análisis a fin de concentrarse en tiroteos en escuelas preescolares y K-12y provocaron 188 muertes y 392 lesiones. Casi la mitad (al menos el 46 por ciento) de las víctimas de estos incidentes eran estudiantes. Si bien la base de datos de Everytown incluye los tiroteos en recintos de centros preescolares y centros de enseñanza superior, a efectos de este informe todas las cifras y análisis reflejan únicamente los incidentes ocurridos en los recintos de preescolares y escuelas K-12.

Este análisis muestra que los tiroteos masivos (en los que mueren cuatro o más personas, sin incluir al tirador) en recintos escolares —como los incidentes ocurridos en la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, la Secundaria Santa Fe, la Secundaria Marysville Pilchuck y, en noviembre de 2021, la Secundaria Oxford— no son habituales. Representan menos del 1 por ciento del total de incidentes de violencia escolar con armas de fuego.5Entre 2013 y 2021, cuatro incidentes de un total de 573 tuvieron como resultado más de cuatro personas muertas por disparos en un tiroteo en un recinto escolar. Sin embargo, estos incidentes representan una parte desproporcionada de las muertes totales y de las personas heridas por la violencia con armas de fuego en las escuelas. Además, estos tiroteos masivos están imponiendo un trauma a una generación de estudiantes y comunidades. 

El análisis también demuestra que la violencia con armas de fuego que no sean tiroteos masivos está ocurriendo en nuestras escuelas con una frecuencia preocupante. Todos estos incidentes de violencia con armas de fuego, independientemente de su intención o del número de víctimas, comprometen la seguridad de nuestras escuelas, seguridad que repercute directamente en los resultados del aprendizaje y en el desarrollo emocional y social de nuestros alumnos.6Dewey G. Cornell y Matthew J. Mayer, “Why Do School Order and Safety Matter?”, Educational Researcher 39, N.º 1 (1 de enero de 2010): 7–15, https://doi.org/10.3102/0013189X09357616. Cada vez hay más investigaciones que demuestran que el trauma persistente de la exposición a la violencia con armas de fuego afecta a todo, desde la capacidad de mantener la atención7Patrick T. Sharkey et al., “The Effect of Local Violence on Children’s Attention and Impulse Control”, American Journal of Public Health 102, N.º 12 (diciembre de 2012): 2287–93, https://doi.org/10.2105/AJPH.2012.300789. hasta las cifras globales de matriculación y el rendimiento en los exámenes estandarizados.8Louis-Philippe Beland y Dongwoo Kim, “The Effect of High School Shootings on Schools and Student Performance”, Educational Evaluation and Policy Analysis 38, N.º 1 (marzo de 2016): 113–26, https://doi.org/10.3102/0162373715590683. Para abordar todos los incidentes de violencia con armas de fuego en las escuelas y sus efectos perjudiciales, se requiere una plataforma más amplia de soluciones.

Seguimiento de los tiroteos en los recintos escolares a partir de 2013

Los incidentes en los que se disparan armas de fuego en los recintos escolares se producen como resultado de diversas situaciones, que van desde homicidios y asaltos hasta disparos no intencionados, muertes o intentos de suicidio y tiroteos masivos.9La categoría de “otros” que aparece en los gráficos incluye los incidentes en los que se disparó un arma de fuego al aire, se disparó pero se causó daño a una persona por otros medios, o se disparó con la intención de dañar edificios u otras propiedades; incidentes en los que la intención del tirador es desconocida o poco clara; e incidentes en los que las fuerzas del orden, los policías asignados a la escuela o la seguridad de la escuela dispararon a alguien en un caso en el que esa víctima no dañó a otros con un arma. Estos 144 incidentes resultaron en 54 personas heridas de bala, 20 de las cuales fallecieron.  

Disparos en recintos escolares: Incidentes por intención

Fuente: Everytown for Gun Safety Support Fund, Gunfire on School Grounds (Disparos en recintos escolares), 2013–2022.
  • Homicidios con Armas de Fuego y Agresiones No Mortales con Armas de Fuego: Más de la mitad de los incidentes de violencia con armas de fuego en las escuelas (53 por ciento) son homicidios, agresiones no mortales o intentos de agresión. Estos tipos de disparos en el recinto escolar pueden surgir por una serie de causas, como discusiones que se intensificaron, actos de violencia doméstica, altercados en el estacionamiento y robos en los que la escuela fue un desafortunado telón de fondo.

    Entre 2013 y 2021, se produjeron 302 incidentes de homicidios y agresiones no mortales con arma de fuego en los recintos escolares con el resultado de al menos 361 víctimas: 96 muertos y 265 personas heridas de bala. Al menos 133 de las víctimas eran estudiantes en ese momento.
  • Tiroteos Masivos: Everytown identificó cuatro tiroteos masivos —incidentes en los que un tirador mató a cuatro o más personas— en una escuela preescolares o K-12 entre 2013 y 2021.10Entre 2013 y 2021, se produjeron tiroteos masivos en la Secundaria Marysville Pilchuck de Marysville (Washington), la Secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), la Secundaria Santa Fe de Santa Fe (Texas) y la Secundaria Oxford de Oxford (Michigan). Estos tiroteos dieron como resultado al menos 73 víctimas disparadas, de las cuales 35 fallecieron. De ellas, al menos 66 (90 por ciento) eran estudiantes en ese momento. El tiroteo masivo en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, no se cuenta aquí debido a que el período de este análisis terminó en 2021. Si bien los tiroteos masivos en las escuelas son raros,11Esto coincide con la investigación de otras organizaciones que han desarrollado bases de datos similares de incidentes en las escuelas. El Centro de Defensa y Seguridad Nacional (Center for Homeland Defense and Security, CHDS) de la Escuela Naval de Posgrado, por ejemplo, mantiene una base de datos pública de incidentes de violencia con armas de fuego en escuelas K-12 que datan de 1970. Según la base de datos del CHDS, 12 tiroteos masivos que provocaron la muerte de cuatro o más personas, sin incluir al tirador, se produjeron en el recinto escolar. La base de datos del CHDS también incluye más de 1,900 otros incidentes de violencia con armas de fuego en las escuelas que se produjeron en el mismo período de tiempo. Centro de Defensa y Seguridad Nacional, Base de datos de tiroteos en escuelas K-12, https://www.chds.us/ssdb/. representaron alrededor de una quinta parte (19 por ciento) de las muertes por armas de fuego en general y el 10 por ciento de todas las personas que sufrieron disparos y resultaron heridas en las escuelas en el período de 2013 a 2021. Y las estadísticas no empiezan a captar el impacto colectivo que estos tiroteos tienen en comunidades enteras en las que se producen, así como en las comunidades escolares de todo nuestro país. 

Tiroteo de 2021 en la Secundaria Oxford

El 30 de noviembre de 2021, un estudiante de 15 años abrió fuego en la Secundaria Oxford, en un suburbio de Detroit, Michigan. Cuatro estudiantes murieron a tiros y otras siete personas resultaron heridas.1“Michigan School Shooting: Student Kills Four and Wounds Seven”, BBC News, 1 de diciembre de 2021, https://www.bbc.com/news/world-us-canada-59484333. El tirador fue detenido y acusado de múltiples cargos, entre ellos asesinato en primer grado, agresión con intención de asesinato, terrorismo y posesión de un arma de fuego.2Jack Nissen, “Ethan Crumbley in Court Friday on Oxford High School Shooting Charges—What to Know” Fox 2 Detroit, 6 de enero de 2022, https://www.fox2detroit.com/news/oxford-high-school-shooter-ethan-crumbley-back-in-court-jan-7-what-to-know. Utilizó un arma de fuego que su padre había comprado para él días antes, y que estaba guardada sin seguridad en la casa. Sus padres fueron acusados de homicidio involuntario por no haber asegurado el arma que utilizó en el tiroteo.3Becky Sullivan, “Parents of Michigan School Shooting Suspect Are Charged with Involuntary Manslaughter”, NPR, 4 de diciembre de 2021, https://www.npr.org/2021/12/03/1061190344/michigan-school-shooting-parents-oxford-charged. Posteriormente se presentaron demandas contra el distrito escolar por negligencia al no prestar atención a las señales de advertencia del comportamiento del tirador.4Robert Snell, “Oxford School Leaders Let Crumbley Accelerate ‘Murderous Rampage,’ Lawsuit Claims”, Detroit News, 8 de enero de 2022, https://www.detroitnews.com/story/news/local/oakland-county/2022/01/08/oxford-school-shooting-lawsuit-ethan-crumbleys-rampage-geoffrey-fieger/9142326002/.

Muertes por arma de fuego en los recintos escolares por intención

Fuente: Everytown for Gun Safety Support Fund, Gunfire on School Grounds (Disparos en recintos escolares), 2013–2022.

Lesiones por arma de fuego en los recintos escolares por intención

Fuente: Everytown for Gun Safety Support Fund, Gunfire on School Grounds (Disparos en recintos escolares), 2013–2022.
  • Disparos No Intencionados: Aproximadamente el 15 por ciento de los incidentes con disparos en los recintos escolares fueron no intencionados, ya sea con resultado de lesiones o muerte o cuando no se disparó a nadie. Estos 85 incidentes resultaron en al menos cuatro muertos y 50 heridos. Al menos 31 de esas víctimas eran estudiantes en ese momento.
  • Muertes e Intentos de Suicidio: El 7 por ciento de los incidentes implicaron muertes e intentos de suicidio en los que los hechos indican que el tirador no tenía intención de dañar a los demás. Estos 38 incidentes resultaron en 33 muertos y cinco heridos.12Para esta categoría, el número de muertos y heridos incluye las heridas no mortales del tirador o la muerte solo en el caso de que el tirador no tuviera intención de dañar a los demás. Al menos 28 de esas víctimas eran estudiantes en ese momento.

Cuatro Datos Clave Sobre la Violencia Escolar con Armas de Fuego

Comprender las lecciones básicas aprendidas de los incidentes de violencia con armas de fuego en las escuelas es integral para crear un plan completo para abordar su amenaza y sus efectos. El análisis del conjunto de datos de Everytown sobre disparos en los recintos escolares y de los estudios de otras organizaciones ampliamente citadas arroja varias lecciones críticas que guían nuestras propuestas de seguridad escolar.

1. Los que disparan armas en instalaciones escolares suelen tener una conexión con la escuela

En la base de datos de Everytown, el 60 por ciento de los tiradores en edad escolar eran alumnos o exalumnos, incluidos todos los tiradores implicados en tiroteos masivos y casi todos en incidentes de autolesión (96 por ciento) y en descargas no intencionadas de un arma (91 por ciento).13La información sobre la relación del tirador con la escuela a menudo no se hace pública inmediatamente después de un tiroteo. Everytown pudo identificar la relación del 80 por ciento de los tiradores en el rango de edad de preescolares-12, un total de 178 de los 222 tiradores. De los 222 tiradores con edades comprendidas entre los 5 y los 19 años, el 56 por ciento eran alumnos en ese momento, el 4 por ciento eran exalumnos, el 8 por ciento eran otros menores, el 12 por ciento eran otros adultos, menos del 1 por ciento eran personal de la escuela, y la relación era desconocida para el 20 por ciento de los tiradores.

Un análisis de Everytown de la revisión del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York de los incidentes de tiradores activos en las escuelas K-12 durante el período de cinco décadas de 1966 a 2016 encontró que en tres de cada cuatro de estos incidentes, el tirador o tiradores estaban en edad escolar y eran alumnos en ese momento o exalumnos.14Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York, “Active Shooter: Recommendations and Analysis for Risk Mitigation”, 2016, https://on.nyc.gov/2nWHM4O. El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (New York City Police Department, NYPD) define a un tirador activo como “una persona o personas que se dedican activamente a matar o a intentar matar a personas en un área confinada y poblada”. En su definición, el Departamento de Seguridad Nacional señala que, “en la mayoría de los casos, los tiradores activos utilizan armas de fuego y no hay un patrón o método para su selección de las víctimas”. Everytown limitó su análisis de estos datos a los incidentes que tuvieron lugar en escuelas K-12 y definió la edad escolar como menor de 21 años. Del mismo modo, un análisis realizado por investigadores financiados por el Instituto Nacional de Justicia descubrió que en los seis tiroteos masivos en escuelas15Secundaria Columbine, Secundaria Red Lake Senior, Escuela West Nickel Mines, Primaria Sandy Hook, Secundaria Marjory Stoneman Douglas y Secundaria Santa Fe y 39 intentos de tiroteos masivos en escuelas16Se definen como incidentes en los que una persona llega a una escuela fuertemente armada y dispara indiscriminadamente contra numerosas personas en las dos décadas entre 1999 y 2019, más de nueve de cada 10 tiradores eran estudiantes en ese momento o exalumnos de la escuela.17Jillian Peterson and James Densley, “School Shooters Usually Show These Signs of Distress Long before They Open Fire, Our Database Shows”, The Conversation, 8 de febrero de 2019, https://bit.ly/2vBTA3J. Estos datos sugieren que las intervenciones basadas en la escuela para apoyar a los estudiantes en crisis y actuar sobre las señales de advertencia son vitales para abordar la violencia escolar con armas de fuego. 

2. Las armas generalmente provienen del hogar, la familia o los amigos

Las investigaciones sugieren que, al igual que en el caso del tiroteo en la Secundaria Oxford, los tiradores en edad escolar obtienen sus armas principalmente de la familia, los parientes o los amigos; generalmente no las compran. 

El Servicio Secreto de EE. UU. ha realizado dos estudios sobre la violencia escolar selectiva, que abarcan casi 40 años de incidentes. Descubrieron que tres cuartas partes de los tiradores escolares adquirieron su arma de fuego en casa de un padre o pariente cercano (73 por ciento en el primer estudio y 76 por ciento en el segundo). El segundo estudio de incidentes del Servicio Secreto, de 2008 a 2017, reveló que en casi la mitad de los tiroteos, el arma de fuego era fácilmente accesible o no estaba guardada de forma segura.18Centro Nacional de Evaluación de Amenazas, “Protecting America’s Schools: A US Secret Service Analysis of Targeted School Violence”, Servicio Secreto de los EE. UU., Departamento de Seguridad Nacional, 2019, https://bit.ly/2U7vnwa.

Esta es una característica de la violencia escolar notablemente difícil de estudiar porque, aunque las fuerzas del orden suelen averiguar el origen del arma, las autoridades no suelen hacer pública esta información y los medios de comunicación rara vez informan de ella después del incidente. Sin embargo, saber cómo se obtuvo el arma es absolutamente esencial para los encargados de mantener las escuelas a salvo de posibles tiradores contra escuelas en el futuro. 

Los distritos escolares pueden ayudar a prevenir los tiroteos en las escuelas emitiendo avisos a las familias sobre la importancia crítica de guardar las armas de fuego de forma segura para mantener las escuelas y los estudiantes a salvo. En la actualidad, más de dos millones de estudiantes de todo el país viven en un distrito escolar que emite estos avisos.19Moms Demand Action for Gun Sense in America, “Major Milestone: More Than Two Million Students Nationwide Now Attend Schools with Secure Firearm Storage Awareness Policies”, comunicado de prensa, 15 de diciembre de 2021, https://momsdemandaction.org/major-milestone-more-than-two-million-students-nationwide-now-attend-schools-with-secure-firearm-storage-awareness-policies/. Pero hay más trabajo por hacer: esto supone solo el 4 por ciento de los 50 millones de escolares públicos de Estados Unidos.20Centro Nacional de Estadísticas de Educación, “Back-to-School Statistics”, 2021, https://tinyurl.com/jnxyjh2d

3. Casi siempre hay señales de advertencia

Cuando se trata de tiroteos en escuelas, casi siempre hay indicios previos. Estas señales de advertencia, si se identifican adecuadamente, pueden ofrecer una oportunidad de intervención. El estudio del Servicio Secreto sobre los incidentes ocurridos entre 2008 y 2017 descubrió que el 100 por ciento de los autores mostraban comportamientos preocupantes, y que el 77 por ciento de las veces al menos una persona, la mayoría de las veces un compañero, conocía su plan.21Centro Nacional de Evaluación de Amenazas, “Protecting America’s Schools”.

Estos datos sugieren que fomentar un clima escolar de confianza y emocionalmente seguro —donde los estudiantes estén dispuestos tanto a pedir ayuda a los adultos como a informar de cualquier pensamiento y comportamiento destructivo, como las amenazas de armas en las redes sociales o la portación de armas— puede ser una herramienta eficaz para la prevención. Tomar medidas inmediatas ante esas señales de alerta es esencial.

4. La violencia con armas de fuego en las escuelas estadounidenses tiene un impacto desproporcionado en los estudiantes de color

Mientras que los autores de los tiroteos masivos en las escuelas han tendido a ser blancos y se presentan en la cobertura de los medios de comunicación como si ocurrieran en escuelas predominantemente blancas, el contexto más amplio de los disparos en los recintos escolares presenta una imagen muy diferente. En los incidentes de disparos en los que Everytown pudo identificar la composición racial del alumnado, dos de cada tres incidentes (el 67 por ciento) se produjeron en escuelas con mayoría de minorías.22Everytown recopiló información demográfica sobre la población estudiantil de cada escuela incluida en nuestra base de datos de disparos en recintos escolares de la que se disponía de datos, que comprendían 552 de 569 incidentes. Una escuela con mayoría de minorías se define como aquella en la que una o más minorías raciales y/o étnicas constituyen la mayoría de la población estudiantil (en relación con la población estadounidense). La carga de la violencia con armas de fuego tiene un impacto particularmente grande en los estudiantes negros. Si bien los estudiantes negros representan aproximadamente el 15 por ciento del total de la población escolar de los Estados Unidos,23Departamento de Educación de Estados Unidos, Centro Nacional de Estadísticas de Educación, “State Nonfiscal Survey of Public Elementary and Secondary Education, 1998–99 through 2018–19; National Elementary and Secondary Enrollment by Race/Ethnicity Projection Model, 1972 through 2029”, Common Core Data (CCD), septiembre de 2020, https://bit.ly/3HI5tVf. Everytown promedió el tamaño de la población estudiantil, tanto la total como la negra, para los años 2013 a 2021. constituyen el 30 por ciento de la población media de las escuelas que se han visto afectadas por un tiroteo mortal. Esto sugiere que la creación de escuelas seguras y equitativas, y el apoyo a programas de intervención orientados a la comunidad en comunidades con altos índices de violencia con armas de fuego pueden ayudar a abordar estas tendencias más amplias.

Demografía racial en la escuela K-12 con incidentes de disparos

Fuente: Everytown for Gun Safety Support Fund, Gunfire on School Grounds (Disparos en recintos escolares), 2013–2022.

Soluciones para Prevenir la Violencia Escolar con Armas de Fuego

Para abordar eficazmente la violencia en nuestras escuelas, primero debemos reconocer que la violencia escolar es, en parte, un problema de violencia armada. En los últimos 20 años se han propuesto muchos planes “integrales” de seguridad escolar. Pocos han abordado a fondo el problema común a todos los tiroteos en las escuelas: el fácil acceso a las armas por parte de quienes corren el riesgo de cometer un daño. Everytown, la AFT y la NEA creen firmemente que cualquier plan de seguridad escolar eficaz debe incluir un esfuerzo para promulgar políticas de seguridad de las armas que permitan intervenir antes de que un posible tirador pueda poner sus manos en un arma. Estas políticas van de la mano con las intervenciones en las escuelas para crear climas escolares más seguros y para intervenir antes de que un estudiante se convierta en un tirador.

Políticas de seguridad de armas

Promulgar y hacer cumplir las leyes de almacenamiento seguro de armas de fuego

Como en el caso del tirador de la Secundaria Oxford, las fuentes más comunes de las armas utilizadas en los tiroteos escolares y en todos los incidentes de violencia con armas de fuego en las escuelas son el hogar del tirador o las casas de amigos o familiares. Esto no es sorprendente, ya que casi 4.6 millones de niños estadounidenses viven en hogares con al menos un arma cargada y sin seguro.24Matthew Miller y Deborah Azrael, “Firearm Storage in US Households with Children: Findings from the 2021 National Firearm Survey”, JAMA Network Open 5, N.º 2 (2022): e2148823, https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2021.48823. Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que los estados promulguen y apliquen leyes sobre el almacenamiento seguro de las armas de fuego. Además, los responsables políticos deberían promover programas de concienciación pública que puedan fomentar el almacenamiento seguro de las armas e inducir un cambio de comportamiento.

Estas leyes exigen que las personas guarden las armas de fuego de forma segura cuando no están en su posesión para evitar el acceso no autorizado. En virtud de estas leyes, generalmente, cuando una persona accede a un arma de fuego y hace daño con ella, la persona que no guardó el arma de forma segura es responsable. Una forma común de leyes de almacenamiento seguro, las leyes de prevención de acceso de niños, son más limitadas, y responsabilizan a las personas solo cuando los menores acceden a las armas de fuego que no están almacenadas de forma segura. Veintitrés estados y el Distrito de Columbia tienen actualmente alguna forma de ley de almacenamiento seguro.25CA, CO, CT, DC, DE, FL, HI, IA, IL, MA, MD, ME, MN, NC, NH, NJ, NV, NY, OR, RI, TX, VA, WA y WI. Además, varias ciudades, incluidas la ciudad de Nueva York y San Francisco, han aprobado leyes de almacenamiento seguro.26Código administrativo 10-312 de la ciudad de Nueva York, Código 4512 de la policía de San Francisco; Sección 10.79.010 y siguientes del Código Municipal de Washington, Seattle (vigente a partir de febrero de 2019); Sección 5.26.010 y siguientes del Código Municipal de Washington, Edmonds (vigente a partir de marzo de 2019).

Los estudios demuestran que estas leyes salvan vidas, especialmente porque reducen los disparos involuntarios y los suicidios con armas de fuego. Un estudio reveló que los hogares que guardaban bajo llave tanto las armas de fuego como las municiones estaban asociados a un riesgo 78 por ciento menor de lesiones autoinfligidas con armas de fuego y a un riesgo 85 por ciento menor de lesiones no intencionadas con armas de fuego entre niños y adolescentes que los que no guardaban bajo llave ninguna de las dos cosas.27David C. Grossman et al., “Gun Storage Practices and Risk of Youth Suicide and Unintentional Firearm Injuries”, JAMA 293, N.º 6 (2005): 707–14, https://doi.org/10.1001/jama.293.6.707. Otro estudio estimó que, si la mitad de los hogares con niños que tienen al menos un arma sin cerrar pasasen a cerrar todas sus armas, se podría evitar un tercio de los suicidios con armas de fuego de los jóvenes y de las muertes no intencionadas, salvando unas 251 vidas jóvenes en un solo año.28Michael C. Monuteaux, Deborah Azrael y Matthew Miller, “Association of Increased Safe Household Firearm Storage with Firearm Suicide and Unintentional Death among US Youths”, JAMA Pediatrics 173, N.º 7 (2019): 657–62, https://doi.org/10.1001/jamapediatrics.2019.1078. Teniendo en cuenta lo que se sabe sobre el origen de las armas en la violencia escolar con armas de fuego, estas leyes pueden ayudar a evitar que los tiradores menores de edad accedan a armas no aseguradas en los hogares y prevenir los tiroteos masivos y otros incidentes violentos.

La aplicación y la concienciación del público son componentes esenciales para garantizar que las leyes de almacenamiento seguro de armas funcionen. Solo uno de cada tres propietarios de armas que viven en estados con leyes de prevención del acceso de menores sabe que su estado exige el almacenamiento seguro de las armas.29Ali Rowhani-Rahbar et al., “Knowledge of State Gun Laws among US Adults in Gun-Owning Households”, JAMA Network Open 4, N.º 11 (noviembre de 2021): e2135141, https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2021.35141. Para facilitar la aplicación efectiva, las legislaturas estatales deben asegurarse de que sus leyes estén redactadas con precisión para cubrir el acceso de cualquier persona menor de 18 años y sean bien conocidas por los propietarios de las armas. También es crucial recopilar datos sobre la aplicación de estas leyes y supervisarlas para garantizar que no se apliquen de forma discriminatoria hacia las comunidades con exceso de policía o que conduzcan a un aumento del encarcelamiento en las comunidades.

Aprobar leyes de riesgo extremo

Como en la mayoría de los incidentes con tiradores activos en las escuelas, hubo señales de advertencia antes del tiroteo en la Secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida. Casi 30 personas conocían el comportamiento violento previo del tirador,30Comisión de Seguridad Pública de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, “Initial Report Submitted to the Governor, Speaker of the House of Representatives and Senate President”, 2 de enero de 2019, 264, https://bit.ly/37Gaoop. y las fuerzas del orden habían sido llamadas a incidentes relacionados con el tirador en docenas de ocasiones.31Comisión de Seguridad Pública de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, “Initial Report”, 234–39. Sin embargo, el tirador compró legalmente el arma que utilizó, nunca había sido condenado por un delito y sus antecedentes de salud mental no le prohibían legalmente comprar o tener armas. Los relatos del tiroteo muestran que las fuerzas del orden y la familia del tirador no disponían de ningún mecanismo legal en el estado de Florida para impedir el fácil acceso del tirador a las armas.

Para llenar este vacío crítico en nuestras leyes, Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que los estados promulguen leyes de Riesgo Extremo. Estas leyes crean un proceso legal mediante el cual las fuerzas del orden, los familiares y, en algunos estados, los educadores pueden solicitar a un tribunal que impida temporalmente que una persona tenga acceso a las armas de fuego cuando haya pruebas de que corre un grave riesgo de hacerse daño a sí misma o a los demás, dándoles el tiempo que necesitan para obtener ayuda.

En los casos en los que un estudiante representa una amenaza, estas órdenes pueden utilizarse para impedir que un estudiante compre un arma de fuego, incluso si de otro modo se le permitiría hacerlo legalmente. Estas órdenes también pueden usarse con menores, que pueden no estar legalmente autorizados a comprar o tener armas, pero que aún pueden tener acceso a ellas en casa. 

Las leyes de Riesgo Extremo proporcionan un procedimiento civil que da a los miembros clave de la comunidad una forma de intervenir sin pasar por el sistema judicial penal. Estas órdenes de protección de Riesgo Extremo, a veces también llamadas órdenes de bandera roja u órdenes de alejamiento por violencia con armas de fuego, solo pueden emitirse después de que se determine legalmente que una persona representa una amenaza grave para sí misma o para los demás. También contienen fuertes protecciones de debido proceso para asegurar que los derechos de una persona están equilibrados con la seguridad pública. Una vez que se emite una orden, se exige a la persona que renuncie a cualquier arma que tenga y se le prohíbe comprar nuevas armas temporalmente, durante un período que suele durar un año.

Hay pruebas sustanciales de que estas leyes pueden prevenir actos de violencia en las escuelas. En Maryland, los líderes de la Asociación de Alguaciles de Maryland señalaron al menos cuatro casos en los que se invocó una ley de Riesgo Extremo que implicaba “amenazas significativas” contra las escuelas.32Luke Broadwater, “Sheriff: Maryland’s ‘Red Flag’ Law Prompted Gun Seizures after Four ‘Significant Threats’ against Schools”, Baltimore Sun, 15 de enero de 2019, https://bit.ly/2Gdf6Qi. En Florida, una ley de Bandera Roja aprobada en 2018 ha sido invocada en múltiples casos de potencial violencia escolar, incluyendo un caso de un estudiante que fue acusado de acosar a una exnovia y amenazar con suicidarse33Emma Kennedy, “Tate Student’s AR-15, Father’s 54 Guns Removed under New Red Flag Law”, Pensacola News Journal, 9 de julio de 2018, https://bit.ly/2UHmaba y otro en el que un potencial tirador escolar dijo que matar gente sería “divertido y adictivo”.34Jessica Lipscomb, “Florida’s Post-Parkland ‘Red Flag’ Law Has Taken Guns from Dozens of Dangerous People”, Miami New Times, 7 de agosto de 2018, https://bit.ly/2ORW56U. Un estudio realizado en California detalla 21 casos en los que se utilizó una orden de alejamiento por violencia con armas de fuego, el nombre californiano de una orden de protección de riesgo extremo, en los esfuerzos por prevenir tiroteos masivos, incluyendo cinco casos en los que las escuelas o los niños eran el objetivo.35Garen J. Wintemute et al., “Extreme Risk Protection Orders Intended to Prevent Mass Shootings: A Case Series”, Annals of Internal Medicine 171, N.º 9 (2019), https://doi.org/10.7326/M19-2162.

Debido a que las leyes de riesgo extremo son una herramienta probada con fuertes protecciones de debido proceso, gozan de un fuerte apoyo bipartidista. Catorce estados, incluido Florida, así como Washington, DC, han aprobado leyes de Riesgo Extremo desde el tiroteo en la Secundaria Marjory Stoneman Douglas en 2018; cinco de ellos fueron firmados por gobernadores republicanos.36CO, DE, FL, HI, IL, MA, MD, NJ, NM, NV, NY, RI, VA, y VT. FL, IL, MA, MD y VT tenían gobernadores republicanos en el momento de la firma. En total, 19 estados y el DC ahora tienen leyes de Riesgo Extremo en la legislación.37Los 19 estados son los siguientes CA, CO, CT, DE, FL, HI, IL, IN, MA, MD, NJ, NM, NV, NY, OR, RI, VA, VT y WA.

Para los estados que ya han promulgado leyes de Extremo Riesgo, la concienciación entre el público es un componente clave para su éxito. Actualmente, el uso de estas leyes varía enormemente según el estado, como se muestra en esta tabla. Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que estos estados formen a las fuerzas del orden sobre la disponibilidad y el uso de estas leyes y que las campañas de concienciación pública ayuden a que se conozca ampliamente esta opción. Los funcionarios escolares también deben saber que esta herramienta está a su disposición como parte de una intervención integral con un estudiante que está en grave riesgo para sí mismo o para otros. En general, estas leyes son un método de sentido común para actuar sobre las señales de advertencia que se encuentran con demasiada frecuencia en los incidentes de tiradores activos.

Aumentar la edad para comprar armas de fuego semiautomáticas

A pesar de la evidencia de que la mayoría de los tiradores activos están en edad escolar y tienen una conexión con la escuela, pocos estados han intervenido para cerrar las brechas que permiten a los menores comprar legalmente armas de fuego de alta potencia. Everytown, la AFT y la NEA creen que los estados y el gobierno federal deberían aumentar a 21 años la edad mínima para comprar o poseer armas de fuego y rifles y escopetas semiautomáticas, con el fin de evitar que los tiradores en edad escolar accedan fácilmente armas de fuego.

Según la ley federal, para comprar un arma de fuego a un vendedor de armas con licencia, una persona debe tener 21 años.3818 U.S.C.§ 922(b)(1).  Sin embargo, para comprar esa misma pistola en una venta sin licencia (por Internet o a un particular), o para comprar un rifle o una escopeta a un vendedor con licencia, una persona solo tiene que tener 18 años.3918 U.S.C.§ 922(b)(1); 18 U.S.C. § 922(x)(2). Sólo unos pocos estados han actuado para colmar estas lagunas.40Solo cinco estados y el DC requieren que una persona tenga 21 años para poseer una pistola: DC, IL, MA, MD, NJ y NY. Solo IL y DC requieren que una persona tenga 21 años para poseer un rifle o escopeta, y solo seis estados requieren que una persona tenga 21 años para comprar un rifle o escopeta de un distribuidor de armas autorizado: CA, DC, FL, HI, IL, VT y WA. 

Estas deficiencias en la ley dejan un camino fácil para que los tiradores activos obtengan armas de fuego. Como era menor de 21 años, el tirador de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas no podía entrar en una armería y comprar un arma de fuego, pero sí pudo comprar legalmente el rifle de asalto AR-15 que utilizó en el tiroteo. Tras el tiroteo, Florida cambió su ley para aumentar la edad de compra de todas las armas de fuego a 21 años.41Estatutos de Florida § 790.065(13). Las leyes sobre la edad mínima pueden funcionar en conjunto con las leyes de almacenamiento seguro y de riesgo extremo para cortar una vía fácil para que los tiradores obtengan armas de fuego.

Exigir la verificación de antecedentes en todas las ventas de armas

La verificación de antecedentes es la clave para hacer cumplir las leyes de armas de Estados Unidos y es una herramienta eficaz para mantener las armas fuera de las manos de personas con antecedentes peligrosos. Como parte de un plan integral para prevenir la violencia con armas de fuego en las escuelas, Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que los estados y el gobierno federal actúen para aprobar leyes que exijan la verificación de los antecedentes en todas las ventas de armas, de modo que los posibles tiradores no puedan adquirirlas fácilmente.

La ley federal actual exige que se realicen verificaciones de antecedentes siempre que una persona intente comprar un arma de fuego a un vendedor de armas con licencia, para asegurarse de que el posible comprador no tenga prohibido legalmente poseer armas.4218 U.S.C. § 922(t). Por ejemplo, cuando una persona es objeto de una orden de protección de riesgo extremo, ese registro se ingresa en la base de datos federal de verificación de antecedentes, y una verificación de antecedentes en el punto de venta impide que esa persona compre un arma de fuego en una armería. Sin embargo, la actual legislación federal no exige la comprobación de antecedentes en las ventas entre personas sin licencia, incluidas las realizadas en ferias de armas o por Internet. Por lo tanto, las personas con antecedentes peligrosos pueden eludir fácilmente el sistema de verificación de antecedentes simplemente comprando su arma de fuego en línea o en una feria de armas.

Una investigación de Everytown de 2021 demostró que hasta una de cada nueve personas que buscan comprar un arma de fuego en Armslist.com, el mayor mercado de armas online del país, son personas que no pueden tener armas de fuego legalmente, incluso porque son menores de 18 años. Y el mercado de ventas sin licencia es grande: La misma investigación descubrió que cada año se publican 1.2 millones de anuncios en línea en los que se ofrecen armas de fuego que no requieren legalmente una verificación de antecedentes.43Everytown for Gun Safety Support Fund, “Unchecked: An Investigation of the Online Firearm Marketplace”, 1 de febrero de 2021, https://everytownresearch.org/report/unchecked-an-investigation-of-the-online-firearm-marketplace/

La verificación de antecedentes es una parte importante de cualquier plan de seguridad escolar porque es nuestra estrategia más completa para evitar que los menores, las personas sujetas a órdenes de protección de riesgo extremo y otras personas que no deberían tener armas tengan acceso a ellas. Sin la comprobación de antecedentes, las armas son fácilmente accesibles en el mercado online y en las ferias de armas sin que se haga ninguna pregunta, lo que dificulta la detección de violaciones de la ley por parte de las fuerzas del orden y socava otras estrategias para mantener las armas fuera de las manos de los tiradores.

Se ha demostrado que las verificaciones de antecedentes reducen la violencia con armas de fuego. Veintiún estados y el Distrito de Columbia ya exigen una verificación de antecedentes en todas las ventas de armas de fuego.44CA, CO, CT, DC, DE, HI, IL, MA, MD, MI, NC, NE, NJ, NM, NV, NY, OR, PA, RI, VA, VT y WA. Las leyes estatales que exigen verificaciones de antecedentes para todas las ventas de armas de fuego, mediante verificación o permiso en el punto de venta, están asociadas con tasas45Michael Siegel y Claire Boine, “What Are the Most Effective Policies in Reducing Gun Homicides?”, Rockefeller Institute of Government, marzo de 2019, https://bit.ly/2YPAz7P. más bajas de homicidio por armas de fuego,46Eric W. Fleegler et al., “Firearm Legislation and Firearm-Related Fatalities in the United States”, JAMA Internal Medicine 173, N.º 9 (2013): 732–40, https://doi.org/10.1001/jamainternmed.2013.1286. tasas más bajas de suicidio por armas de fuego y menor tráfico de armas de fuego.47Daniel W. Webster, Jon S. Vernick y Maria T. Bulzacchelli, “Effects of State-Level Firearm Seller Accountability Policies on Firearm Trafficking”, Journal of Urban Health 86, N.º 4 (julio de 2009): 525–37; Daniel W. Webster et al., “Preventing the Diversion of Guns to Criminals through Effective Firearm Sales Laws”, en Reducing Gun Violence in America: Informing Policy with Evidence and Analysis (Baltimore, MD: Johns Hopkins University Press, 2013), 109–21.

Después de que Connecticut aprobara una ley que exige la verificación de antecedentes para el permiso de compra de armas de fuego y en el punto de venta, su tasa de homicidios con armas de fuego se redujo en un 40 por ciento,48Kara E. Rudolph et al., “Association between Connecticut’s Permit-to-Purchase Handgun Law and Homicides”, American Journal of Public Health 105, N.º 8 (2015): e49–e54, https://doi.org/10.2105/AJPH.2015.302703. y su tasa de suicidios con armas de fuego disminuyó en un 15 por ciento.49Cassandra K. Crifasi et al., “Effects of Changes in Permit-to-Purchase Handgun Laws in Connecticut and Missouri on Suicide Rates”, Preventive Medicine 79 (2015): 43–49, https://doi.org/10.1016/j.ypmed.2015.07.013. Las verificaciones de antecedentes reducen la violencia con armas de fuego y son un pilar fundamental para cualquier estrategia de prevención de la violencia con armas de fuego en las escuelas.

Intervenciones escolares 

Fomentar un clima escolar seguro y de confianza

Los entornos escolares de apoyo y confianza son la forma más segura de prevenir la violencia escolar. Cuando las comunidades se centran en el bienestar de los estudiantes, las escuelas pueden ser lugares de atención y compasión para los desafíos que enfrentan los niños, al tiempo que crean las condiciones para la prevención de los tiroteos escolares y otros tipos de violencia. Teniendo en cuenta las pruebas expuestas anteriormente de que la mayoría de los autores de tiroteos en las escuelas son alumnos o exalumnos y que casi siempre muestran señales de advertencia, el lugar de la prevención de la violencia escolar debe centrarse necesariamente en las escuelas. 

Una forma de crear escuelas seguras es apoyarlas para que se conviertan en “escuelas comunitarias”, el punto central y el corazón de sus comunidades. Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que las escuelas utilicen el apoyo distrital, estatal y federal para financiar programas que ayuden a las escuelas a asociarse con los miembros de la comunidad para ir más allá de los confines normales de una escuela, particularmente en las comunidades que experimentan altos índices de violencia armada.

Las escuelas comunitarias trabajan con socios locales para proporcionar valiosos servicios que ayudan a elevar a toda la comunidad. No solo se convierten en centros de educación, sino que cumplen un propósito más amplio de contribuir a que los barrios sean estables, sanos y seguros. En las escuelas que se enfrentan a altos niveles de violencia dentro y fuera del edificio escolar, una escuela comunitaria podría financiar programas que apoyen iniciativas como la creación de pasajes seguros hacia y desde la escuela, la concesión de alternativas a las suspensiones fuera de la escuela que ofrezcan oportunidades educativas significativas para los estudiantes, la provisión de asesoramiento familiar, el aumento del acceso a la tutoría tanto dentro como fuera de la escuela y la incorporación de la justicia restaurativa en las políticas disciplinarias.

Asociación entre la escuela y la comunidad

Un ejemplo de asociación entre las escuelas y un prometedor programa de intervención contra la violencia en la comunidad es una iniciativa que ofrecía terapia cognitivo-conductual a jóvenes en riesgo en escuelas de los lados oeste y sur de Chicago. La evaluación de los efectos sobre más de 5,000 estudiantes en un ensayo controlado aleatorio reveló que la participación en el programa redujo las detenciones por delitos violentos entre un 45 y un 50 por ciento, y los reingresos en el sistema de justicia juvenil en un 80 por ciento. Se trata de una asociación con el programa Being a Man de Chicago en los años escolares durante el período de 2009 a 2015.1Sara B. Heller et al., “Thinking, Fast and Slow? Some Field Experiments to Reduce Crime and Dropout in Chicago”, Working Paper Series, National Bureau of Economic Research, mayo de 2015, https://doi.org/10.3386/w21178.

Las políticas de tolerancia cero son aquellas que, en un intento serio de hacer que las escuelas sean seguras y ordenadas, pueden terminar castigando a los estudiantes que muestran un comportamiento que en realidad requiere una intervención compasiva. Además, estas políticas pueden crear un clima de amenaza que infunda miedo y erosione la confianza de los alumnos, reduciendo las posibilidades de que estos compartan información cuando están preocupados por sus compañeros. El enfoque de tolerancia cero también ha tenido un efecto negativo agudo en los estudiantes de color. Los centros escolares deben revisar sus políticas disciplinarias para asegurarse de que no castigan indebidamente a los alumnos por un comportamiento adolescente normal ni crean un clima que reduzca la disposición de los alumnos a compartir información preocupante, y que el personal recibe formación sobre las formas adecuadas de gestionar sus aulas y los prejuicios implícitos. Como parte de una estrategia integral, Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que las comunidades escolares miren dentro de sus escuelas para asegurarse de que están fomentando asociaciones eficaces entre los estudiantes y los adultos. 

Los estudiantes prosperan en entornos escolares positivos. Las escuelas de apoyo fomentan un clima académico de afirmación al tiempo que mantienen entornos físicos seguros. Las escuelas seguras se basan en relaciones de confianza entre los alumnos, el personal y los administradores.50National Center on Safe Supportive Learning Environments, “School Climate Improvement”, consultado el 4 de abril de 2022, https://safesupportivelearning.ed.gov/school-climate-improvement

También deben proporcionarse recursos significativos para ayudar a los estudiantes afectados por la violencia con armas. Nuestros estudiantes ven cómo sus amigos, padres, hermanos, primos y vecinos son tiroteados en Los Ángeles, Chicago, Houston, Nueva York, Filadelfia y otras innumerables comunidades donde la violencia no aparece en las noticias nacionales. La violencia con armas de fuego es uno de los problemas de salud pública más importantes de nuestro país, no solo por las muertes y lesiones, sino también por el daño psicológico a largo plazo que los incidentes relacionados con armas de fuego infligen a los que sobreviven a los tiroteos o cuyos amigos o familiares resultan heridos o muertos por la violencia con armas de fuego. Los educadores ven que el trauma y la ansiedad que genera la violencia con armas de fuego no se desvanece simplemente. Los alumnos arrastran este trauma y este miedo dentro y fuera del aula. Todos los niveles de gobierno deben invertir recursos para garantizar que cada escuela cuente con el número adecuado de profesionales de la salud mental en su plantilla y que existan otros programas de apoyo a la salud mental.

CREAR UNA CULTURA DE ALMACENAMIENTO SEGURO DE ARMAS 

Además de promulgar leyes sobre el almacenamiento seguro, los responsables políticos y los educadores deberían fomentar una cultura de almacenamiento seguro de armas aumentando la concienciación sobre las prácticas de almacenamiento seguro. Durante años, Moms Demand Action ha llevado a cabo un programa llamado Be SMART.51Para obtener más información, visite http://besmartforkids.org/. Este programa se centra en fomentar las conversaciones con los adultos sobre el almacenamiento seguro para ayudar a facilitar el cambio de comportamiento y abordar los cientos de tiroteos involuntarios cometidos y experimentados por los niños cada año. El acrónimo SMART (“inteligente”, del inglés) significa Asegurar las armas en los hogares y los vehículos, Modelar un comportamiento responsable, Preguntar sobre las armas no aseguradas en los hogares, Reconocer el papel de las armas en el suicidio y Decir a sus compañeros que sean SMART. El modelo Be SMART puede utilizarse para fomentar las prácticas de almacenamiento seguro. Los gobernadores,52Everytown for Gun Safety, “Everytown Renews Calls on Biden-Harris Administration to Promote Secure Firearm Storage, Releases New School Shooting Data in Wake of Oxford High School Shooting”, comunicado de prensa, 1 de diciembre de 2021, https://www.everytown.org/press/everytown-renews-calls-on-biden-harris-administration-to-promote-secure-firearm-storage-releases-new-school-shooting-data-in-wake-of-oxford-high-school-shooting/ los departamentos federales y estatales de salud y educación, las legislaturas, las organizaciones sin ánimo de lucro y los funcionarios locales también deberían trabajar juntos para desarrollar y financiar programas que aumenten la concienciación sobre la necesidad de almacenar las armas de fuego de forma segura para evitar el acceso no autorizado. Las escuelas deberían distribuir información a los padres sobre la importancia del almacenamiento seguro,53Students Demand Action for Gun Sense in America, “How to Pass a Secure Storage Resolution at Your School”, 17 de diciembre de 2021, https://studentsdemandaction.org/report/how-to-pass-a-secure-storage-resolution-at-your-school/. como ya están haciendo los funcionarios escolares en Los Ángeles, San Diego, Houston, Denver, el condado de Clark, Nevada, y en todo Tennessee, entre otros lugares.54Stephen Sawchuk, “More Schools Are Reminding Parents to Secure Their Guns”, Education Week, 8 de diciembre de 2021, https://www.edweek.org/leadership/more-schools-are-reminding-parents-to-secure-their-guns/2021/12. Hasta ahora, los distritos escolares que comprenden más de dos millones de estudiantes han tomado esta medida vital.55Moms Demand Action for Gun Sense in America, “Major Milestone”.  

Fomentar las prácticas de almacenamiento seguro puede suponer una enorme diferencia a la hora de reducir la violencia con armas de fuego en las escuelas e intervenir directamente para abordar la fuente más común de armas de fuego utilizadas en los incidentes de violencia con armas de fuego en las escuelas.

CREAR PRÁCTICAS DE INTERVENCIÓN EN CRISIS INFORMADAS POR EL TRAUMA EN LAS ESCUELAS

“Una onza de prevención vale más que una libra de cura.”

Benjamin Franklin

Lo más importante que pueden hacer las escuelas para prevenir los incidentes con tiradores activos —y la violencia con armas de fuego en general— es intervenir antes de que una persona cometa un acto de violencia. Los alumnos que cometen actos violentos casi siempre han mostrado previamente signos que preocupan a otras personas de su entorno.56Centro Nacional de Evaluación de Amenazas, “Protecting America’s Schools”. La clave es identificar a los estudiantes que pueden estar en crisis y proporcionarles apoyo conductual y de salud mental para evitar que la crisis se convierta en violencia. Para hacer esto de una manera que sirva a los estudiantes y proteja a la comunidad, Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que las escuelas, junto con otros socios de la comunidad, creen prácticas de intervención en crisis informadas por el trauma que impliquen la convocatoria de un equipo multidisciplinario que responda cuando un estudiante muestre que puede estar en crisis. Estos equipos reciben información sobre un estudiante en crisis, evalúan la situación y diseñan intervenciones para prevenir la violencia y proporcionar tratamiento, apoyo y recursos adecuados. Las legislaturas estatales también deberían poner a disposición de las escuelas fondos para invertir en la formación del personal y en los recursos de atención a la salud mental necesarios para promover las prácticas de justicia restaurativa y desescalada que requiere la intervención en crisis informada por el trauma. En función de lo que sabemos sobre la violencia escolar, es fundamental responder a muchas formas de crisis de los estudiantes, como la inestabilidad de la vivienda o el abuso de sustancias, y no solo a las amenazas de violencia.

Sobre la base de las recientes preocupaciones sobre la excesiva dependencia de una respuesta punitiva a los estudiantes en crisis y el daño indebido de este enfoque para los estudiantes de color y los estudiantes con discapacidad, los expertos en educación están poniendo énfasis en la intervención para prevenir la violencia, pero también en la creación de recursos para apoyar a los estudiantes en crisis. Esto puede incluir cuestiones de salud mental, vivienda, apoyo a los padres y a la familia, representación en los tribunales de menores, etc. También se hace mayor hincapié en el seguimiento continuo del progreso del estudiante tras el período inmediato de crisis, incluyendo la conexión con los miembros de la familia o los docentes para garantizar el éxito final del estudiante en la escuela. Un programa que ofrece un enfoque gradual que hace hincapié en esta alternativa de apoyo y menos punitiva es el Modelo R, desarrollado en colaboración con el Centro de Seguridad Escolar de Minnesota.57Jillian Peterson, James Densley y Missy Dodds, “The R-Model: Ready–Respond–Refer–Revisit—K–12 School Crisis Response Teams”, off-ramp, https://off-ramp.org/wp-content/uploads/2021/04/R-Model-Protocol-Final-2.pdf Este modelo hace hincapié en la diferencia entre el comportamiento disruptivo y el verdaderamente peligroso, y ofrece soluciones que no intensifican los actos preocupantes ni castigan el comportamiento típico de los adolescentes. Estos modelos son esenciales para crear entornos emocionalmente seguros y mantener a los estudiantes en la escuela y fuera del sistema de justicia penal.

La mayoría de los estudiantes que se enfrentan a crisis nunca cometerán un acto de violencia y no deben ser tratados como delincuentes. Nuestra práctica recomendada es lo contrario de la “tolerancia cero” y no se basa en un enfoque punitivo o de justicia penal, y no debe basarse en la disciplina de exclusión como medio de intervención. Una escuela tiene que ser un lugar de confianza donde los estudiantes se sientan seguros para compartir cuando ellos o alguien más está en crisis, sabiendo que conducirá a la ayuda y el apoyo en lugar de castigo o prisión. Los centros escolares también deben ser transparentes en cuanto al tipo de amenazas que son tan inminentes, procesables y graves que se debe recurrir a las fuerzas del orden para que las investiguen.

Las prácticas de intervención en caso de crisis ofrecen a los miembros de toda la comunidad escolar la posibilidad de compartir sus preocupaciones y poner en contacto a los estudiantes en crisis con un apoyo continuo para construir entornos más seguros y solidarios tanto para los niños como para los adultos. Los programas eficaces cuentan con un mecanismo para recoger información sobre la posible violencia, incluyendo un medio para denunciarla de forma anónima.58Las escuelas también pueden considerar el uso de un programa como las campañas “Know the Signs” y “Say Something” de Sandy Hook Promise, que capacitan a los estudiantes sobre las señales de advertencia y los alientan a denunciar comportamientos potencialmente violentos. Sandy Hook Promise, “Know the Signs Programs”, consultado el 1 de febrero de 2020, https://bit.ly/2S9fgPa. Los programas de intervención en caso de crisis permiten que una escuela tenga un enfoque coordinado y de colaboración que involucra a todos los que interactúan con los estudiantes, desde los administradores escolares y los maestros hasta los consejeros, las enfermeras, los trabajadores sociales, los monitores de pasillos y comedores, y los conductores de autobuses. Además, se debe incluir al personal de comunicaciones de la escuela, ya que desempeña un papel esencial en la creación de prácticas de intervención en crisis socialmente justas. 

Todo programa de intervención en crisis debe ir acompañado de una evaluación rigurosa de la eficacia y los daños colaterales para evitar intervenciones desproporcionadas o injustificadas. Cualquier decisión que conduzca a una acción punitiva o a la intervención de las fuerzas del orden requiere una revisión exhaustiva por parte de los líderes del distrito escolar, ya que estos casos deben ser la rara excepción de un programa saludable basado en la intervención de apoyo.

Aplicar medidas de control de acceso y cerraduras de puertas

La seguridad física es un punto de intervención fundamental para mantener las armas fuera de las escuelas. Las medidas de seguridad física más eficaces —en las que coinciden la mayoría de los expertos— son las medidas de control de acceso que impiden que los tiradores entren en las escuelas en primer lugar. Como medida secundaria, las cerraduras internas de las puertas, que permiten a los docentes bloquear las puertas desde el interior, pueden funcionar para disuadir a los tiradores activos que puedan acceder a la escuela, protegiendo a los estudiantes y dando tiempo a las fuerzas del orden para neutralizar cualquier amenaza potencial.

2018 Marjory Stoneman Douglas tiroteo

En 2018, cuando el tirador llegó al campus de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, varios fallos críticos en el control de acceso le permitieron acceder fácilmente a la escuela. La valla perimetral exterior del campus tenía una puerta abierta y sin personal. Al entrar en el edificio 12, donde se produjo el tiroteo, aprovechó otro fallo crítico de seguridad, ya que la puerta del edificio estaba sin cerrar. La Comisión de Seguridad Pública de Marjory Stoneman Douglas concluyó: “La falta general de requisitos uniformes y obligatorios de seguridad física del lugar dio lugar a vacíos que permitieron [al tirador] el acceso inicial al MSDHS y es un fallo del sistema”.1Comisión de Seguridad Pública de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, “Initial Report”, 42.

La mayoría de los expertos, incluidos los miembros de la Comisión de Seguridad Pública de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas y la Comisión Asesora de Sandy Hook, coinciden en que la capacidad de controlar el acceso debe ser un componente de cualquier plan de seguridad escolar.59Comisión de Seguridad Pública de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, “Initial Report”, 42; Comisión Asesora de Sandy Hook, “Final Report of the Sandy Hook Advisory Commission: Presented to Governor Dannel P. Malloy, State of Connecticut”, 6 de marzo de 2015, https://bit.ly/1C5aeU3. Impedir el acceso no autorizado a las escuelas mediante vallas, puntos de acceso únicos y simplemente asegurando que las puertas estén cerradas puede mantener a los tiradores fuera de las escuelas. Las legislaturas estatales deberían financiar las medidas de control de acceso a las escuelas para garantizar que los posibles tiradores no puedan acceder fácilmente.

En la Primaria Sandy Hook y en la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, la falta de cerraduras en las puertas de las aulas expuso a los educadores y a los estudiantes al peligro. Los expertos en seguridad escolar, incluida la Comisión Asesora de Sandy Hook, están de acuerdo en que las escuelas deben asegurarse de que las puertas de las aulas se cierren tanto por dentro como por fuera.60Comisión Asesora de Sandy Hook, “Final Report”. Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que todas las escuelas equipen las puertas con cerraduras interiores para evitar que los tiradores accedan a las aulas.

Por supuesto, uno de los mayores retos de las mejoras de seguridad es mantener un entorno escolar acogedor. Las escuelas no pueden convertirse en fuertes o prisiones. Everytown, la AFT y la NEA respaldan las medidas de seguridad básicas recomendadas universalmente por los expertos en seguridad escolar, como el control de acceso y las cerraduras de las puertas interiores, al tiempo que recomiendan que las escuelas también consideren otras medidas de seguridad avaladas por los expertos, como la planificación de la preparación, basada en las condiciones locales.

Iniciar una planificación de emergencias informada por el trauma

La planificación y la preparación son fundamentales para garantizar una respuesta eficaz en caso de que se produzca un incidente de violencia armada en el recinto escolar. Los expertos en seguridad están de acuerdo en que el personal de la escuela debe contar con un plan de emergencia eficaz para responder rápidamente y neutralizar cualquier amenaza. La Agencia Federal de Gestión de Emergencias mantiene una guía de seis puntos para desarrollar planes de respuesta de emergencia de alta calidad para las escuelas. Esta guía hace hincapié en la colaboración y la planificación previa para ayudar a mitigar los incidentes de emergencia.61Departamento de Educación de los Estados Unidos, Oficina de Educación Primaria y Secundaria, Oficina de Estudiantes Seguros y Sanos, “Guide for Developing High-Quality School Emergency Operations Plans”, 2013, https://bit.ly/2Gnz764. Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que el personal escolar, en colaboración con las fuerzas del orden, planifique para el improbable caso de una emergencia por violencia con armas de fuego o un incidente de tirador activo a través de la práctica regular. 

Las recomendaciones para una planificación eficaz incluyen esfuerzos para asegurar que las escuelas trabajen con las fuerzas del orden y los primeros en responder para proporcionar información sobre la disposición de la escuela y las medidas de seguridad, que el personal y las fuerzas del orden trabajen juntos para asegurar que puedan identificar la naturaleza de una amenaza, y que las escuelas hagan un plan detallado para sus procedimientos de cierre y evacuación.62Departamento de Educación de los Estados Unidos, Oficina de Educación Primaria y Secundaria, Oficina de Estudiantes Seguros y Sanos, “Guide for Developing High-Quality School Emergency Operations Plans”, 57, 2013, https://bit.ly/2Gnz764. Los procedimientos de emergencia deben estar informados por el trauma, lo que significa que su diseño debe reflejar varios elementos clave: “la conciencia de la prevalencia y el impacto generalizados del trauma, el reconocimiento de los signos de exposición traumática y una respuesta basada en prácticas contrastadas que se opongan a la retraumatización de las personas”.63Stacy Overstreet y Sandra M. Chafouleas. “Trauma-Informed Schools: Introduction to the Special Issue”, School Mental Health 8, N.º 1 (marzo de 2016): 1–6, https://doi.org/10.1007/s12310-016-9184-1. Esto significa que la planificación de emergencias debe reforzarse con advertencias de activación y acceso a asesoramiento de salud mental y nunca debe simular un evento de tirador activo. La planificación de emergencias informada por el trauma requiere que el personal implicado disponga de herramientas para cambiar la planificación de emergencias y evacuaciones en tiempo real, en caso de que alguna actividad resulte perjudicial para alguno de los participantes. 

Prácticas que Pueden Causar Daño y Traumatizar a Los Estudiantes

Armar a los docentes pone a los niños en mayor riesgo

Una de las ideas más peligrosas del sistema educativo estadounidense es que armar a los docentes o al personal de la escuela es una solución eficaz para los incidentes con tiradores activos. Si bien el deseo de actuar es comprensible, la noción popular de que un docente bien entrenado actúa como última línea de defensa en una situación de tiroteo en la escuela no se basa en ninguna experiencia ni investigación. Everytown, la AFT y la NEA instan encarecidamente, por una cuestión de seguridad de los alumnos, a que las escuelas rechacen los intentos de armar a los docentes y, en su lugar, se centren en soluciones probadas que intervengan para prevenir los tiroteos antes de que comiencen.

¿Se supone que un docente armado va a proteger a sus hijos en su aula? ¿Serán capaces de identificar y disparar a uno de sus propios alumnos? ¿Cómo reaccionarán en una crisis? ¿Serán capaces de disparar con precisión? En una situación de tiroteo, ¿cómo podrán las fuerzas del orden distinguir entre un docente que porta legalmente un arma y un tirador? Aunque los que aplican la idea pueden ser sinceros en su búsqueda de una solución, armar a los docentes plantea más preguntas que respuestas. Se argumenta que los docentes armados son sustitutos rentables de las fuerzas del orden, pero armar a los docentes costaría miles de millones de dólares en formación, equipamiento y seguros, y los docentes armados nunca son sustitutos aceptables de las fuerzas del orden formadas.

La mayoría de los padres, docentes y miembros de las fuerzas del orden se oponen a armar a los docentes. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, a quienes encargamos la protección de nuestras escuelas, se oponen firmemente a armar a los docentes. La Asociación Nacional de Policías Asignados a Escuelas y el entonces presidente de la Asociación de Jefes de las Grandes Ciudades han manifestado su oposición a armar a los docentes.64Asociación Nacional de Policías Asignados a Escuelas, “NASRO Opposes Arming Teachers”, comunicado de prensa, 22 de febrero de 2018, https://bit.ly/2RdOq55; Greg Toppo, “132 Hours to Train Teachers on Guns: Is It Enough?”, USA Today, 8 de marzo de 2018, https://bit.ly/2SvCdes; Brandon E. Patterson, “America’s Police Chiefs Call Bullshit on Arming Teachers”, Mother Jones, 8 de marzo de 2018, https://bit.ly/2HjsDT3.

Los padres y los docentes también se oponen a armar a los docentes. Una encuesta realizada en marzo de 2018 a casi 500 docentes estadounidenses concluyó que el 73 por ciento se opone a las propuestas de armar al personal escolar.65Megan Brenan, “Most U.S. Teachers Oppose Carrying Guns in Schools”, Gallup, 16 de marzo de 2018, https://bit.ly/2MPTRV5. Otra encuesta encontró que el 63 por ciento de los padres de estudiantes de escuelas K-12 se oponen a armar a los docentes.66Encuesta de PDK, “School Security: Is Your Child Safe at School?”, septiembre de 2018, https://bit.ly/2FHli0u.

Sin embargo, la evidencia indica que el mensaje sobre los docentes “bien entrenados” está calando entre los responsables políticos y algunas escuelas. La Comisión Federal de Seguridad Escolar bajo la administración de Trump se convirtió en la primera entidad federal en respaldar que los docentes y el personal escolar estuvieran armados.67Comisión Federal de Seguridad Escolar, “Final Report of the Federal Commission on School Safety: Presented to the President of the United States”, 18 de diciembre de 2018, https://bit.ly/2SVPqK6. Varias legislaturas estatales están considerando la idea de armar a los docentes, y muchas escuelas han considerado armar a los docentes o al personal escolar como una solución a la violencia escolar con armas de fuego. 

La idea de que solo los docentes altamente capacitados lleven armas en las escuelas es un mito. El personal de las fuerzas del orden que lleva armas a diario recibe cientos de horas de formación inicial y, por lo general, se le exige que continúe su formación con regularidad a lo largo de su carrera. La media de horas de formación inicial que recibe un agente de las fuerzas del orden en una academia de formación básica es de 840.68Brian A. Reaves, “State and Local Law Enforcement Training Academies, 2013”, Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Oficina de Programas de Justicia, Dirección de Estadísticas de Justicia, julio de 2016, https://bit.ly/2pg0whI. En promedio, los reclutas reciben 168 horas de formación sobre armas, defensa personal y uso de la fuerza.69Reaves, “State and Local Law Enforcement Training Academies”.

En los 10 estados que tienen leyes diseñadas para permitir el uso de personal escolar armado, ese personal armado recibe una formación significativamente menor. Las leyes varían mucho, pero ninguna de ellas exige que los docentes o el personal escolar reciban una formación similar a la de un agente de la ley a tiempo completo. De hecho, algunos estados no tienen ningún requisito de formación mínima por hora. En Kansas, los distritos escolares son libres de establecer su propia política de formación del personal que porta armas.70K.S.A. § 75-7c10(d)(1). La ley de Georgia estipula que el personal escolar armado debe recibir formación, pero no exige ningún número mínimo de horas de formación.71O.C.G.A. § 16-11-130.1. Varios distritos escolares se aprovechan de las lagunas de la ley para armar a los docentes sin supervisión estatal. Por ejemplo, una laguna en la ley de Texas dio lugar a la creación de los programas “Guardian”, que permiten a los distritos escolares establecer la política sobre las cualificaciones y la formación necesarias para los docentes y el personal armado, sin que se exija un mínimo de formación.72Alex Samuels, “Texas Schools That Want to Arm Their Employees Have Two Choices”, Fort Worth Star-Telegram, 14 de julio de 2018, https://bit.ly/2MNh2PT

Incluso algunos de los funcionarios de aplicación de la ley más altamente entrenados en el país, los del Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York, observan que su capacidad para disparar con precisión disminuye significativamente cuando se involucran en tiroteos con perpetradores.73Bernard D. Rostker et al., “Evaluation of the New York City Police Department Firearm Training and Firearm-Discharge Review Process”, RAND Corporation, 2008, https://bit.ly/2U9bk0t. Esperar que un docente tome decisiones a vida o muerte en fracciones de segundo para proteger a los niños y a sí mismo o para intentar abatir a un tirador activo es poco realista.

Uno de los riesgos más graves de armar a los docentes es que un mayor acceso a las armas de fuego está fuertemente correlacionado con un riesgo adicional de violencia con armas. Las investigaciones apoyan firmemente la conclusión de que si los docentes llevan armas a las escuelas, los niños tienen más probabilidades de acceder a esas armas. Los estudios demuestran sistemáticamente que la mayoría de los niños saben dónde guardan sus padres las armas y las han manipulado sin que sus padres lo sepan.74Frances Baxley y Matthew Miller, “Parental Misperceptions about Children and Firearms”, Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine 160, N.º. 5 (2006): 542–47, https://doi.org/10.1001/archpedi.160.5.542. Lo mismo ocurre en las escuelas: cuando los docentes y el personal llevan armas a las escuelas, los niños suelen saber dónde están las armas y accederán a ellas. Y sabemos que cuando los niños acceden a las armas, los riesgos de muerte o daño aumentan significativamente. De hecho, independientemente de la edad, el acceso a un arma de fuego triplica el riesgo de muerte por suicidio y duplica el riesgo de muerte por homicidio.75Andrew Anglemyer, Tara Horvath y George Rutherford, “The Accessibility of Firearms and Risk for Suicide and Homicide Victimization among Household Members: A Systematic Review and Meta-Analysis”, Annals of Internal Medicine 160, N.º 2 (2014), https://doi.org/10.7326/M13-1301.

En los medios de comunicación, aparecen con regularidad incidentes en los que se han extraviado las armas que llevaban los adultos armados o los alumnos han accedido a ellas: armas dejadas en los baños, en los76Becky Metrick, “Ex-Teacher Charged for Leaving Gun in School Bathroom, Police Say”, USA Today, 13 de septiembre de 2016, https://bit.ly/2G9jlfF. vestuarios,77Associated Press, “No Charges after Isabella Co. Sheriff Accidentally Leaves Gun at School”, Detroit Free Press, 3 de abril de 2018, https://bit.ly/2GtNfeb incluso una pistola que se cayó cuando un docente hizo una voltereta.78Josh Rojas, “Student: Substitute Teacher Was Doing Back Flip When Gun Fell Out”, Bay News 9, 24 de octubre de 2018, https://bit.ly/2t4SlFF. También hay múltiples casos en los que las armas fueron robadas y posteriormente encontradas en manos de los alumnos.79David Harten, “Police: Jacksonville High Student Steals Gun from Teacher”, Arkansas Democrat Gazette, 17 de enero de 2012, https://bit.ly/2V3psWX; Roche Madden, “Police Find Teacher’s Stolen Gun with Student”, Fox 2 Now, 25 de octubre de 2018, https://bit.ly/2S9hqy7.

Armar a los docentes puede crear aún más una cultura del miedo para los estudiantes de color, que ya están sujetos a una disciplina más dura que sus compañeros blancos. La Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de Estados Unidos descubrió que, durante el año lectivo 2015-16, los estudiantes negros constituían el 15 por ciento del total de estudiantes matriculados en la escuela pública, pero representaban el 31 por ciento de los estudiantes remitidos o arrestados por la policía.80“Data Highlights on School Climate and Safety in Our Nation’s Public Schools”, 2015–2016 Civil Rights Data Collection: Clima y Seguridad Escolar, Departamento de Educación de los Estados Unidos, Oficina de Derechos Civiles, 2018, https://bit.ly/3aVDJgx. Los estudiantes de color pueden verse gravemente perjudicados si se introducen más armas en las escuelas.

Otra grave preocupación sobre el personal armado es el grado en que puede complicar la respuesta de las fuerzas del orden. La respuesta a un incidente de tirador activo puede ser muy compleja. Los informes y análisis de los tiroteos masivos muestran continuamente errores de comunicación, incidentes de fuego amigo evitados por poco y una falta de coordinación durante las respuestas a los incidentes de tiradores activos. Introducir una nueva variable —los docentes armados— en esta ecuación sólo serviría para complicar aún más la respuesta de las fuerzas del orden. Como dijo el entonces jefe de la policía de Dallas, David Brown, tras el tiroteo de cinco agentes de la ley en Dallas, en el que la respuesta se complicó porque la gente portaba abiertamente armas de fuego: “No podemos distinguir al bueno del malo, si todo el mundo empieza a disparar”.81Molly Hennessy-Fiske, “Dallas Police Chief: Open Carry Makes Things Confusing during Mass Shootings”, Los Angeles Times, 11 de julio de 2016, https://lat.ms/2GpxGUw.

Las escuelas que tienen docentes y personal armados o que están considerando hacerlo deben examinar las numerosas responsabilidades legales en las que pueden incurrir. Estas políticas, que a menudo se elaboran a puerta cerrada, suelen estar mal redactadas e inadecuadamente investigadas, lo que deja a los docentes y a los distritos escolares legalmente expuestos. No sólo pueden ser responsables civilmente, sino que los docentes que portan armas en base a una política escolar también pueden exponerse a una responsabilidad penal si la política es de alguna manera inconsistente con la ley estatal. Suponiendo que haya una incoherencia, también es poco probable que la póliza de seguro de una escuela la indemnice por reclamaciones monetarias. Además, aunque la póliza esté redactada con precisión jurídica, es muy probable que un distrito escolar, una escuela o un docente sean demandados si un profesor armado hiere a un alumno o a otra persona.

Algunos estados han tratado de abordar esta cuestión exonerando específicamente a los docentes o al personal armado de las demandas de responsabilidad o argumentando que las disposiciones de exoneración escolar existentes impiden las demandas contra ellos o limitan el importe de los daños por los que serían responsables. De hecho, estas disposiciones no funcionan como un impedimento completo para las demandas. Los Estados tampoco pueden eximir a las escuelas de la responsabilidad federal en materia de derechos civiles. Las escuelas pueden y serán demandadas en los tribunales federales, y no podrán utilizar las disposiciones de inmunidad del estado para protegerse de las demandas.

Los policías asignados a escuelas no impiden los tiroteos en las escuelas, pero pueden perjudicar a los estudiantes y criminalizar el comportamiento típico de los adolescentes 

Los policías asignados a escuelas (school resource officer, SRO) son agentes juramentados de la ley que trabajan en las escuelas. Los SRO tienen el poder de arrestar a los estudiantes, y casi todos están armados. Las fuentes de financiación de estos agentes son muy variadas y proceden de los fondos de los distritos escolares, de los presupuestos policiales o del estado o el gobierno federal. 

La implacable y aterradora violencia escolar con armas de fuego ha hecho que los distritos, maestros y las comunidades deseen seriamente protegerse contra los tiroteos en las escuelas. Pero la práctica de la vigilancia policial en las escuelas, incluido el modelo tradicional de SRO, no ha demostrado reducir las muertes por tiroteo en las escuelas. No cabe duda de que la colaboración con las fuerzas del orden deben y el personal de seguridad en las escuelas desempeñan un papel fundamental en la seguridad escolar . Sin embargo, deben utilizarse con formación y las barreras de seguridad para asegurarse de que están haciendo de las escuelas lugares seguros para todos los profesores y estudiantes.

Hasta la fecha  de agentes armados en las escuelas no ha dado resultados en cuanto a la reducción de la violencia con armas de fuego en las escuelas. Un estudio examinó 179 tiroteos en los recintos escolares durante un período de casi dos décadas (desde 1999 hasta 2018) y no encontró evidencia de que los SRO en las escuelas redujeran las muertes o las lesiones de los incidentes de disparos escolares.82Melvin D. Livingston, Matthew E. Rossheim y Kelli Stidham Hall, “A Descriptive Analysis of School and School Shooter Characteristics and the Severity of School Shootings in the United States, 1999–2018”, Journal of Adolescent Health 64, N.º 6 (junio de 2019): 797–99, https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2018.12.006. Otro estudio de las escuelas públicas estadounidenses de 2014 a 2018 mostró que, aunque los SRO pueden reducir las peleas en las escuelas —sin duda un resultado deseable—, no evitan los incidentes relacionados con las armas en las escuelas.83Lucy C. Sorensen et al., “The Thin Blue Line in Schools: New Evidence on School-Based Policing across the US”, EdWorkingPaper 21-476, octubre de 2021, https://doi.org/10.26300/heqx-rc69. De hecho, un estudio financiado por el Instituto Nacional de Justicia sobre cada tiroteo escolar/intento de tiroteo escolar de 1980 a 2019 en las escuelas K-12 de EE. UU. encontró que la tasa de mortalidad en estos incidentes fue 2.83 veces mayor en las escuelas con guardias armados en el lugar que en las que no los había.84Jillian Peterson, James Densley, y Gina Erickson, “Presence of Armed School Officials and Fatal and Nonfatal Gunshot Injuries during Mass School Shootings, United States, 1980–2019”, JAMA Network Open 4, N.º 2 (2021) e2037394, doi:10.1001/jamanetworkopen.2020.37394.

Si bien varios estudios rigurosos han concluido que los SRO no reducen la violencia armada en las escuelas, la investigación ha identificado pruebas concluyentes de tres tipos de efectos negativos: criminalización de los estudiantes, repercusiones en el aprendizaje de los estudiantes e impacto negativo en los estudiantes de grupos históricamente marginados, incluidos los estudiantes de color, los estudiantes con discapacidades y los estudiantes LGBTQ+. 

El mandato de los SRO en las escuelas tiende a variar de un distrito a otro en función de los acuerdos con los departamentos de policía locales. En algunos distritos escolares, los agentes de policía pueden recibir una formación adicional que les permita trabajar específicamente con niños. Pero muchos no lo hacen, lo que se traduce en un aumento de los tipos de acciones disciplinarias y de las medidas de criminalización, a menudo por comportamientos comunes de los adolescentes, como la detención y la acusación de alteración del orden público por decir palabrotas.85Amir Whitaker et al., “Cops and No Counselors: How the Lack of School Mental Health Staff Is Harming Students”, American Civil Liberties Union, marzo de 2019, https://bit.ly/3xzz0fF. Las investigaciones han identificado un aumento de una serie de medidas disciplinarias cuando la policía está en las escuelas, incluyendo suspensiones, expulsiones, remisiones a la policía y arrestos.86Sorensen et al., “The Thin Blue Line in Schools”.  Un informe nacional que utiliza los datos del Departamento de Educación de los Estados Unidos de 2015-2016 encontró que tener la policía en las escuelas se asocia con 3.5 veces más detenciones que en las escuelas sin policía.87Whitaker et al., “Cops and No Counselors”. Esta investigación no niega el hecho de que hay situaciones violentas en las que los educadores o administradores van a querer confiar en el personal de seguridad para mediar, desescalar y proteger a los estudiantes y educadores.

Otra consecuencia de los policías armados en las escuelas es su impacto en los resultados educativos. Un estudio nacional de escuelas públicas descubrió que pueden aumentar el absentismo crónico, lo que a su vez puede contribuir al fracaso escolar y al abandono de la escuela secundaria.88Sorensen et al., “The Thin Blue Line in Schools”. Un estudio de 2018 sobre más de 2.5 millones de escolares de Texas encontró que la exposición a la policía disminuyó significativamente las tasas de graduación de los estudiantes de secundaria latinos y blancos, y la asistencia a la universidad entre los estudiantes negros, latinos y blancos de bajos ingresos en las escuelas que tenían una subvención federal para la policía escolar.89Emily K. Weisburst, “Patrolling Public Schools: The Impact of Funding for School Police on Student Discipline and Long-Term Education Outcomes”, Journal of Policy Analysis and Management 38, N.º 2 (2019): 338–65, https://doi.org/10.1002/pam.22116.

Por último, la presencia de la policía en las escuelas tiene ramificaciones particulares para los estudiantes de color, con evidencia creciente de consecuencias más graves para los dos impactos descritos: la criminalización de los estudiantes y el empeoramiento de los resultados académicos. En Texas, por ejemplo, se produjeron casi 2,500 incidentes en los que los SRO utilizaron la fuerza contra los estudiantes entre 2011 y 2015. Durante este período, los estudiantes negros representaron solo el 13 por ciento del cuerpo estudiantil de las escuelas públicas de Texas, pero fueron víctimas en el 40 por ciento de los incidentes de uso de la fuerza de los SRO.90Deborah Fowler et al., “Dangerous Discipline: How Texas Schools Are Relying on Law Enforcement, Courts, and Juvenile Probation to Discipline Students”, Texas Appleseed and Texans Care for Children, 14 de diciembre de 2016, https://report.texasappleseed.org/dangerous-discipline/.

Más allá del uso de la fuerza, los estudiantes de color también se enfrentan a menudo a otros impactos desproporcionados de la vigilancia policial en las escuelas.91Emily M. Homer and Benjamin W. Fisher, “Police in Schools and Student Arrest Rates across the United States: Examining Differences by Race, Ethnicity, and Gender”, Journal of School Violence 19, N.º 2 (2 de abril de 2020): 192–204, https://doi.org/10.1080/15388220.2019.1604377. Los estudiantes negros tienen tres veces más probabilidades de ser arrestados que los blancos, mientras que los estudiantes indígenas tienen el doble de probabilidades de ser arrestados que los blancos. Los estudiantes latinos también tienen más probabilidades de ser detenidos que sus homólogos blancos.92Whitaker et al., “Cops and No Counselors”.

El tratamiento desproporcionado de los estudiantes de color no se debe a una mala conducta desproporcionada. De hecho, no hay pruebas de que los mayores índices de mala conducta entre estos estudiantes expliquen la probabilidad mucho mayor de que sean disciplinados por la policía escolar en comparación con sus compañeros blancos.93Fowler et al., “Dangerous Discipline”; Nora Gordon, “Disproportionality in Student Discipline: Connecting Policy to Research”, Brookings (blog), 18 de enero de 2018, https://brook.gs/3dlLak7.

La actuación policial en las escuelas afecta también de forma desproporcionada a otros alumnos pertenecientes a grupos históricamente marginados. Los estudiantes con discapacidades tienen casi tres veces más probabilidades de ser objeto de arresto escolar que los estudiantes sin discapacidades.94Whitaker et al., “Cops and No Counselors”. Las investigaciones también han revelado que los estudiantes LGBTQ+ y los que no se ajustan a las normas de género a menudo informan de que sienten hostilidad por parte de las fuerzas del orden en las escuelas y tienen una mayor probabilidad de ser detenidos por la policía, suspendidos, expulsados o arrestados.95Lambda Legal, “Protected and Served?”, 2015, https://www.lambdalegal.org/protected-and-served/; Kathryn E. W. Himmelstein y Hannah Brückner, “Criminal-Justice and School Sanctions against Nonheterosexual Youth: A National Longitudinal Study”, Pediatrics 127, N.º 1 (1 de enero de 2011): 49–57, https://doi.org/10.1542/peds.2009-2306.

Todos los miembros del personal escolar desempeñan un papel en la creación de un entorno escolar seguro y ordenado. Recurrir a la policía para la disciplina general y para suplir la escasez de personal en términos de monitores de pasillo, patio y comedor, así como de consejeros de salud mental y orientación, puede tener consecuencias para los estudiantes en múltiples niveles. Dado el potencial de interacción perjudicial entre los estudiantes y el personal de seguridad, los SRO, incluidas las fuerzas de seguridad armadas, deben considerarse como un último recurso en las prioridades de seguridad escolar. Los estudiantes, así como todos los miembros de la comunidad escolar, merecen escuelas seguras y protegidas, y la función necesaria de la seguridad escolar debe separarse de la vigilancia y las fuerzas policiales.En los distritos en los que las escuelas deciden o están obligadas a contar con la presencia de personal de seguridad, Everytown, la AFT y la NEA recomiendan que estos guardias se guíen por unos límites específicos: deben tener una función exclusivamente protectora y estén integrados en la comunidad escolar, que respondan directamente ante los responsables de la escuela y que reciban formación como agentes de la paz con un amplio enfoque en la interacción con la población escolar y en las técnicas de desescalada y de uso mínimo de la fuerza.

Los simulacros de tiroteo con alumnos implicados perjudican a toda la comunidad escolar 

En respuesta a la preocupación por los tiroteos en las escuelas, muchas de ellas eligen o están obligadas a realizar simulacros de tiroteo en la escuela. Estos simulacros suelen requerir que los alumnos y el personal de la escuela se encierren y practiquen procedimientos de emergencia específicos, que suelen incluir permanecer en silencio, cerrar la puerta con llave y apagar las luces. 

Desde el tiroteo de Columbine de 1999, los simulacros de tiradores activos han proliferado en las escuelas de Estados Unidos, y actualmente se exigen simulacros de tiroteo en las escuelas en al menos 40 estados.96Encuesta de Everytown sobre las leyes estatales. Pero los estatutos estatales sobre este tipo de simulacros suelen ser vagos y dejan el contenido y la identificación de quiénes participan a los administradores escolares. Como resultado, los simulacros varían drásticamente entre las escuelas, desde algunas que implican la notificación previa a los padres de ejercicios sensibles al trauma y apropiados para el desarrollo, hasta otras que no notifican a los padres por adelantado, despliegan actores “pistoleros enmascarados”, simulan disparos, requieren que los estudiantes de tan solo tres y cuatro años de edad estén confinados en un espacio durante largos períodos, y no informan a los niños de que están en un simulacro hasta que haya terminado.97Lulu Garcia-Navarro, Sophia Alvarez Boyd y James Doubek, “Experts Worry Active Shooter Drills in Schools Could Be Traumatic for Students”, NPR, 10 de noviembre de 2019, https://n.pr/2GFX3Ag.

Everytown, la AFT y la NEA apoyan la formación del personal escolar en materia de traumas sobre cómo responder a situaciones de tiradores activos, con instrucción en áreas como procedimientos de bloqueo y evacuación y formación médica de emergencia. Sin embargo, casi ninguna investigación afirma el valor de los simulacros de tiroteo en las escuelas con la participación de los estudiantes, ya sea para prevenir los tiroteos en las escuelas o para proteger a la comunidad escolar cuando se producen los tiroteos.98Cheryl Lero Jonson, “Preventing School Shootings: The Effectiveness of Safety Measures”, Victims & Offenders 12, N.º 6 (2017): 956–73, https://doi.org/10.1080/15564886.2017.1307293. Y si bien la prueba de su efectividad es limitada, la evidencia está aumentando en su daño a comunidades escolares enteras. 

Con el fin de examinar estas preocupaciones utilizando métodos científicos, Everytown se asoció con el Laboratorio de Dinámica Social y Bienestar del Instituto de Tecnología de Georgia para estudiar los impactos inmediatos y a largo plazo de los simulacros de disparos activos en la salud y el bienestar de los estudiantes, los docentes y los padres. El estudio de la actividad en más de 100 escuelas K-12 descubrió que los simulacros de tiradores en las escuelas pueden conducir a un aumento alarmante y sostenido de la depresión, el estrés, la ansiedad y el miedo a la muerte entre los estudiantes, los padres y los educadores.99Mai ElSherief et al., “Impacts of School Shooter Drills on the Psychological Well-Being of American K–12 School Communities: A Social Media Study”, Humanities and Social Sciences Communications 8, N.º 315 (2021), https://doi.org/10.1057/s41599-021-00993-6.  

Además, los simulacros escolares con los alumnos pueden ser ineficaces porque los procedimientos de preparación se están compartiendo con los mismos individuos que tienen más probabilidades de perpetrar un tiroteo en la escuela: alumnos actuales y exalumnos. Por lo tanto, aunque la formación de los docentes y del personal sobre cómo responder a una amenaza de tirador activo es esencial, nuestras organizaciones no recomiendan la formación de los estudiantes como medida preventiva. Si las escuelas deciden incluir a los estudiantes en estos ejercicios, Everytown, la AFT y la NEA recomiendan, como mínimo, lo siguiente:

  • Las escuelas deben crear contenidos de simulacros apropiados para la edad y el desarrollo con la participación del personal escolar, incluidos los profesionales de salud mental de la escuela.
  • Las escuelas deben combinar los simulacros con enfoques informados por el trauma para abordar el bienestar de los estudiantes.
  • Los simulacros no deben incluir simulaciones que imiten un incidente real.
  • Los padres deben ser avisados con antelación de los simulacros.
  • Los simulacros deben anunciarse a los alumnos y a los educadores antes de su inicio.
  • Las escuelas deben hacer un seguimiento de los datos sobre la eficacia y los efectos de estos simulacros.

Conclusión 

Utilizando el plan integral descrito en este informe, los responsables políticos y las comunidades escolares pueden trabajar juntos para prevenir los incidentes de tiradores activos —y la violencia armada en general— en sus aulas. Estas soluciones han demostrado su eficacia y forman una estrategia completa que funciona proporcionando un punto de intervención en todos los niveles de la escalada de violencia de un tirador y creando un sistema en el que las personas con antecedentes peligrosos no puedan acceder fácilmente a las armas. Las políticas de prevención de la violencia con armas de fuego están diseñadas para intervenir cuando un tirador tiene la intención de hacerse con un arma. Las estrategias basadas en la escuela trabajan para proporcionar un apoyo holístico a los estudiantes e intervenir cuando uno de ellos muestra señales de advertencia de que está en crisis. Por último, las estrategias de planificación y seguridad presentan una última oportunidad de intervención y garantizan que una escuela esté preparada para responder rápidamente y neutralizar cualquier amenaza.

A diferencia de las soluciones reactivas centradas en armar al personal y a los docentes, que ponen a los escolares estadounidenses en mayor peligro, las estrategias recomendadas en este informe cuentan con un amplio apoyo de los expertos y están respaldadas por pruebas. Nuestros lideres deben tomar medidas responsables para mantener la seguridad en nuestras escuelas, y este informe les ofrece un marco para hacerlo.

Everytown Research & Policy es un programa de Everytown for Gun Safety Support Fund, una organización independiente y no partidista dedicada a comprender y reducir la violencia con armas de fuego. Everytown Research & Policy trabaja para lograrlo mediante la realización de investigaciones metodológicamente rigurosas, el apoyo a políticas basadas en evidencia y la comunicación de este conocimiento al público estadounidense.

Everytown Research & Policy is a program of Everytown for Gun Safety Support Fund, an independent, non-partisan organization dedicated to understanding and reducing gun violence. Everytown Research & Policy works to do so by conducting methodologically rigorous research, supporting evidence-based policies, and communicating this knowledge to the American public.

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